ACTIVIDAD 1 - ACTIVIDAD DE COMUNICACIÓN ORAL EN GRAN GRUPO

El ser humano, como ser vivo social, se comunica con el resto de su entorno, de diferentes maneras: escrita, visual, auditiva, … emitir un mensaje, a través del canal que sea y que pueda ser recibido de manera correcta por un receptor.

La expresión oral es un fundamento básico a la hora de comunicar un mensaje con el uso del lenguaje. Es fundamental que la persona sea capaz de dominar los recursos del lenguaje y ponerlos en práctica de manera oral con el resto de los seres humanos y que sea capaz de discriminar cómo es la audiencia a la que se dirige, cómo son los destinatarios del mensaje que quiere divulgar para que pueda llegar de la mejor manera posible, para que sea fácil y correctamente interpretado por los receptores del mensaje. Ambas capacidades (la de utilizar correctamente el lenguaje hablado y la de saber dirigirse al receptor) han de cultivarse desde el nacimiento de la persona. Como señala Avendaño (2007): “El lenguaje es vehículo primordial para construir una representación del mundo más o menos compartida y esencialmente comunicable, es decir, en un instrumento básico para construir el conocimiento, para aprender y para lograr una plena integración social y cultural”.

Necesitamos del lenguaje para poder construir una sociedad en la que los seres humanos podamos ser partícipes de ella en términos de cooperantes activos de dicha construcción. El lenguaje nos une y es un elemento clave integrador para conseguirlo.

Dentro de la comunicación, el lenguaje oral es fundamental y, por ello se trata de una competencia básica que las personas deben adquirir desde su nacimiento. El dominio de esta variante comunicativa es una herramienta que impulsa el desarrollo de la persona. 

Ser un buen comunicador oral no implica solamente el tener una buena destreza al hablar, sino que conlleva de la mano otra serie de factores, como el de conocer el contexto en el que se desarrolla la comunicación y, por supuesto, el tener en cuenta al interlocutor con el que se está estableciendo la comunicación: según Ramírez Martínez (2002), un buen hablante es "alguien que es un buen emisor de cuantos signos puedan ser utilizados para transmitir información y que puedan ser interpretados por un receptor al que ha de tener muy en cuenta”.

Del mismo modo, al igual que la expresión oral, debemos practicar la comprensión oral: el acto de escucha, de dar significado al sonido que parte del emisor.

La escuela, como modelo de la sociedad, debe facilitar el desarrollo de todas estas capacidades de los alumnos. Para ello, obviamente, habrá que encontrar la motivación adecuada con la que incentivar la participación de los estudiantes en el aula, desarrollando la correcta utilización del lenguaje y el saber dirigirse al receptor. Así mismo, en la escuela también debemos enseñar a escuchar, a respetar otras ideas diferentes a las nuestras, a saber cómo participar en un diálogo, en definitiva.

No es necesario que esta actividad se desarrolle en el ámbito de la clase de Lengua, sino que puede ser llevada a cabo en clase de cualquier otra asignatura. Sin ir más lejos, la verbalización y proposición de problemas y su resolución en matemáticas, o las exposiciones de temas de ciencias sociales o naturales son actividades muy interesantes para promover el uso, la destreza y el desempeño de la comunicación verbal. Como menciona Labajo (2015-2016) en su trabajo “La competencia lingüística en el marco de referencia europeo”: “Esto implica que la mera instrucción conceptual aportada en el área de Lengua Castellana no es suficiente. Es imprescindible convertir las aulas en entornos sociales ricos en estimulaciones comunicativas que, independientemente del área trabajada, sirvan para convertir a los alumnos en usuarios competentes tal y como quedan definidos en el MCERL”. 
 
Así mismo, como nos señala Vilà (2011) en “Seis criterios para enseñar lengua oral en le Educación Obligatoria”: “Por tanto, la escuela ha de abordar de manera sistemática el aprendizaje de estos usos lingüísticos orales menos presentes en la cotidianidad de los alumnos, porque son imprescindibles para su futuro académico, profesional y social” 

La escuela debe favorecer la consecución de la mayor competencia en este sentido por parte de los alumnos. Es evidente que se trata de un proceso en el que intervendrán muchos elementos, tales como la riqueza del vocabulario, las normas sociales, la empatía, … pero el aprendizaje desde la escuela se antoja fundamental. Evidentemente, alcanzar esta competencia no parece creíble que se pueda conseguir en la etapa de Educación Primaria. Sin embargo, sí que debe ser una meta que perseguir, o al menos, acercarse a ello lo máximo posible.


TEMA Y CURSO ELEGIDOS

En este caso, voy a plantear una actividad en gran grupo con el conjunto de toda la clase para motivar el ejercicio de la comunicación oral de los estudiantes.
Para ello, es fundamental encontrar un tema que motive a los alumnos con algún tema que les sea cercano, en el que todos puedan tener una participación, que se separe de lo más rigurosamente académico, porque esto puede favorecer este ejercicio de comunicación oral.

He considerado esta actividad para un grupo de alumnos de sexto curso de Educación Primaria, en el que destacaría a dos alumnos en particular: uno que no participa en los diálogos orales y otro que no respeta, no escucha o intenta imponer siempre su punto de vista. 

He pensado que podríamos establecer un diálogo acerca de “¿Qué podemos hacer desde nuestra posición para ayudar a nuestro planeta?”. Pienso que, a día de hoy, todos ellos oyen hablar del fenómeno del calentamiento global, de la desaparición de especies animales y vegetales, de los problemas de salud en las personas derivados de los problemas medioambientales… y, por lo que he podido comprobar en mi entorno, tanto con mis hijos, sobrinos e hijos de amigos, todos estos temas realmente les importan, y mucho, pero en la sociedad parece que se trata de algo en el que ellos tienen poco que decir y decidir: un tema que abordan las personas adultas y que ellos solamente van a padecer. Por lo que considero que les va a ser de interés poder expresarse y reflexionar sobre todo ello. 

A pesar de la magnitud de la cuestión, la forma de aproximarnos desde lo que pueden hacer ellos en el día a día, será de ayuda para motivar al diálogo y que éste a su vez sea interesante y les permita expresarse y sentirse parte de un tema que mayoritariamente ven en conversaciones y decisiones de personas, normalmente alejadas de su entorno, a pesar de lo mucho que les incumbe. Es un tema que les interesa y, aterrizarlo a su entorno y vida, puede ayudarnos a promover el diálogo buscado.

Considero que los alumnos de sexto de primaria están en un momento evolutivo apropiado para abordar este tema en un formato como es el diálogo y conseguir que éste sea provechoso en múltiples aspectos, tanto en lo que aquí nos enfocamos en cuanto al desarrollo de la comunicación oral, como al desarrollo de valores y actitudes que considero de gran interés para el desarrollo integral del alumno. 

Los alumnos de sexto de primaria cuentan con conocimientos básicos sobre este tema, adquiridos en el entorno escolar, ya que en quinto y sexto comienzan a tratar más en profundidad la ecología, así como en el entorno social. A la edad de 11-12 años, considero que los niños tienen la suficiente capacidad para enfrentarse a este tema con posibilidad de un diálogo exitoso y enriquecedor. Creo que a esta edad el nivel de motivación sobre este tema es ya alto y conseguiremos su implicación con una actitud positiva y apasionada.


PLANTEAMIENTO, CONTEXTO Y NORMAS

Con todos los alumnos en clase, colocaríamos las mesas a modo de gran círculo o cuadrado, para que todos pudieran verse las caras y así favorecer el diálogo.

Con motivo del día Mundial de la Tierra, que se celebra cada 22 de abril, les explicaría que desde 1970, se celebra este día con el objetivo de generar una conciencia colectiva sobre el impacto que generan factores humanos como la contaminación y sobrepoblación para la biodiversidad y la vida ambiental. 


A partir de ahí, haría una enumeración de los problemas que tenemos en la Tierra por causa de la horrible gestión medioambiental que lleva a cabo el ser humano en el planeta: 
  • Desaparición de especies animales/vegetales
  • Fenómenos meteorológicos extremos
  • Aumento del riesgo de transmisión de enfermedades como el dengue o la malaria
  • Padecimiento de enfermedades respiratorias en la población por culpa de la contaminación
  • Reducción de la producción de alimentos básicos a nivel global para toda la población
  • Agotamiento de recursos naturales
  • Aumento del nivel de las aguas, con la consiguiente desaparición de millones de poblaciones costeras en todo el mundo, …
Una vez dicho esto, plantearía la cuestión: ¿Qué podemos hacer nosotros desde nuestra posición para ayudar a nuestro planeta? 

Antes de empezar el diálogo, recordaríamos entre todos las normas a tener en cuenta para el diálogo. Un compromiso que ya habíamos establecido previamente entre todos tiempo atrás y que venimos poniendo en práctica: 
  • Expresarnos de manera positiva y respetuosa con los demás
  • Utilizar un tono de voz moderado
  • Pedir la palabra
  • Respetar el turno de palabra
  • Prestar atención a las intervenciones de los demás
  • Argumentar las ideas 
  • Respetar las argumentaciones de los demás
Llegados a este punto, reformularía la pregunta inicial que comenté anteriormente: ¿Qué podemos hacer nosotros desde nuestra posición para ayudar a nuestro planeta?. Como puede parecer una pregunta demasiado ambiciosa para el principio, comenzaría con el detalle: ¿Quién de vosotros viene andando o en autobús o metro al colegio en lugar de en coche? ¿Alguno de vosotros viene en bicicleta o patinete? ¿Quién de vosotros recicla la basura en casa? 

Cuando el tema quedara estancado, podríamos seguir con preguntas de andamiaje como ¿qué podemos hacer dentro de nuestra clase para ayudar al planeta? ¿cómo podríamos reducir el uso de plásticos en clase? ¿qué material del que utilizamos todos los días podríamos reciclar? ¿cómo, de qué manera? ¿cómo podríamos hacer para que estas ideas se pudieran llevar a cabo en todo el colegio y no solo en nuestra clase?

En fin, la idea sería llevar al diálogo de modo que ellos pudieran dar soluciones, involucrarse, implicarse en las acciones que pudieran salir como respuesta a los interrogantes que surgen en el diálogo. También es obvio que, en algún momento del diálogo puede surgir algún debate de manera natural, frente a opiniones enfrentadas. Sin embargo, en lugar de elegir alguna de las soluciones o propuestas a debatir, podríamos ponerlas en una lista sin tener que decantarnos por ninguna y, por esta vez, aceptarlas todas y, después, si es necesario, resolver el debate en otro momento.

Durante todo el diálogo, solo tomaría parte para exponer nuevas preguntas si el tema se agotase o, como comentaré más adelante, para dar pie a las declaraciones del alumno tímido o para restringir las acciones de aquél que quiere acaparar el diálogo. Si no, trataría de no influir y solamente repartir los turnos de palabra a cada uno, cuando sea necesario. Me interesaría que ellos mismos fueran sacando conclusiones y que promovieran qué hacer dentro del aula, pero si no fuera así, iría dando pautas para que ellos llegaran a la pregunta de ¿qué podemos hacer, entonces, nosotros en nuestro aula?


TRABAJO ESPECÍFICO CON NIÑOS PROBLEMÁTICOS

En el caso del alumno tímido, aprovecharía las preguntas para las que sepa positivamente que tiene respuesta, que no le puedan poner en evidencia y que no requiera de una intervención especialmente complicada en su elaboración. Así, por ejemplo, aprovecharía preguntas directas, de respuesta también directa, como la de ¿qué material del que utilizamos todos los días podríamos reciclar? 

Además, intentaría captar su mayor interés en cuestiones concretas y estaría atenta a su lenguaje no verbal, para aprovecharlo y darle paso en los momentos que le vea más cómodo.

En cuanto al caso del alumno que molesta continuamente, que no respeta las normas de la comunicación y que solo acepta su postura, trataría de hacerle pensar en cómo se sienten los demás con su comportamiento. Además, le reforzaría positivamente cada vez que intervenga cumpliendo las normas, mostrándole el agrado que supone para todos. Así mismo, en los casos que corresponda, le solicitaría que reformulara su intervención, de modo que sea reflexiva y respetuosa con los demás, para que ponga en práctica dicha actitud y poco a poco pueda ir implementándola.  


EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD

Finalmente, yo haría una doble evaluación: por un lado, una evaluación general del diálogo en la que apoyarme para la mejora continua como maestra y por otra parte, una evaluación de cada alumno. 


Como comentaba, realizaría también una evaluación para cada alumno con un baremo numérico de 1 a 5 (de menos a más).
  • Participación: evaluaría si ha intervenido muchas o pocas veces en el diálogo 
  • Vocabulario: evaluaría si ha utilizado un vocabulario conforme al tema y con buena extensión de vocablos
  • Pronunciación: evaluaría si pronuncia las palabras y vocaliza correctamente.
  • Volumen: evaluaría si el volumen es adecuado con la situación. 
  • Postura: evaluaría si su postura es natural y se dirige a los demás.
  • Exposición (contenido y secuenciación de sus intervenciones): evaluaría si ha sido capaz de exponer su punto de vista de manera clara y ordenada de modo que sea fácil de entender por los que le escuchan
  • Respeto: evaluaría si ha sabido seguir las normas del diálogo y si respeta, aunque discrepe, las ideas de sus compañeros
  • Comprensión/Escucha: evaluaría si ha escuchado y comprendido correctamente los postulados que se hayan expuesto con claridad.

REFLEXIÓN

Sin duda, pienso que la expresión oral es un tema que en la escuela debe afrontarse de manera multidisciplinar y desde el principio (asambleas de Educación Infantil). Por ejemplo, en clase de música, de ciencias sociales, de Religión … “Todos los profesores son profesores de lengua. No por repetido es menos cierto. Un mero repaso de los objetivos, contenidos y, sobre todo, criterios de evaluación de los Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas muestra cómo actividades que hasta ahora sólo se planteaban en las lenguas están presentes en todas las demás.“ (Jiménez, 2010)

A lo largo del desarrollo de la vida como persona, va a ser crucial para el ser humano el hecho de saber comunicarse oralmente con los que le rodean, (desde la propuesta de una idea hasta la petición de un aumento de sueldo). Es decir, saber comunicarse en cualquiera que sea la situación, pudiendo argumentar de manera clara y teniendo en cuenta el interlocutor y el entorno en el que se desarrolla la conversación. No es lo mismo hablar con los compañeros de clase sobre el juego que hemos tenido en el recreo que hablar delante de un auditorio, aunque sean mis mismos compañeros, tratando de explicar qué es un ecosistema.

Es una competencia que todos deberíamos cultivar y practicar. En algunos ambientes y trabajos como el de docente, está claro que este ejercicio es diario, sin embargo, hay otros ámbitos de la vida donde la expresión oral como ejercicio explícito no se realiza y así, podemos ver a personas que se comunican con otras de manera que siempre parece que se encuentran tomando cañas con sus amigos. Es una herramienta fundamental para el desarrollo de la persona.

Particularmente, me gustaría poder ayudar todo lo que esté de mi parte como futura docente para conseguir la máxima competencia oral de todos los alumnos a los que tenga la suerte de acompañar en su proceso. Creo que es algo fundamental y de inmensa importancia, un aprendizaje de gran valor para la vida.


BIBLIOGRAFÍA

  • Avendaño, F. (2007). El desarrollo de la lengua oral en el aula: estrategias para enseñar a escuchar y hablar. Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Homo Sapiens. 
  • Instituto Superior del Medio Ambiente (2021). Las fechas más importantes para el Medio Ambiente de 2021. Recuperado de: https://www.ismedioambiente.com/las-fechas-mas-importantes-para-el-medio-ambiente-de-2021/
  • Labajo, I. (2020). Apuntes asignatura “Didáctica de la Lengua española”. Universidad La Salle. 3º curso, 2º semestre. Curso 2020-2021.
  • Labajo, I. (2015-2016). La competencia lingüística en el marco de referencia europeo. Surial.
  • Ramírez Martínez, J. (2002). La expresión oral. Contextos educativos 5. 
  • Temas para la educación (2011). Desarrollo del lenguaje oral en primaria. 
  • Vilà i Santasusana, M. (2011). Seis criterios para enseñar lengua oral en la educación obligatoria. Leer.es









Comentarios

  1. Buenas días, Icíar! Primero, quiero felicitarte por un gran trabajo, que has echo. Me parece, que la actividad, qué has desarrollado, es bastante completa y muy interesante. El tema de medioambiente es un tema muy importante y muy debatida al día de hoy.
    Estoy totalmente de acuerdo con tu introducción: La importancia de la expresión oral en la vida humana. Ser buen orador es un arte, que impide muchos años de trabajo. La escuela es un inicio, donde nosotros como maestros tenemos una responsabilidad grande de enseñar a nuestros alumnos cómo o enfrentarse a este arte. Lo que aprenden en la escuela, les acompañara por la vida.
    También n estoy de acuerdo contigo, que la expresión oral y la comprensión oral son dos cosas diferentes, pero son hermanas gemelas, sin una no funciona la otra, van unidas.
    Lo que he visto en la introducción, es muchas repeticiones de las reflexiones que has echo. Y si me permites darte un consejo, es aclarar un poco la parte de introducción y no repetir las ideas.
    La parte fuerte, por otro lado, que hace la reflexión académica, es muchas referencias, que utilizas de diferentes autores. Me gusta leer una introducción, la que se apoya a las opiniones de los expertos.
    La parte de introducir la actividad es importante y empezar con el objetivo general, es una parte muy fuerte y adecuada. Pero, desde mi punto de vista, el objetivo de la actividad es un poco amplio, si le ajustas mas a la actividad, será mas entendido.
    Veo, que has elegido un curso de los alumnos, que tiene sus ventajas y desventajas a la hora de trabajar un diálogo, que puede llegar a convertirse a un debate en algún momento .
    Esta bastante bien presentada el tema de las normas y de las preguntas. Pero, si me permites dar un consejo, yo haría algún cierre entre preguntas, para que los alumnos, pueden un poco descansar y que actividad no se prolonga en el tiempo.
    También, tendrías que aclarar un poco, cómo llevarías la situación , si el diálogo se pasa al debate , cómo puedes conducir esta situación .
    La idea de reforzar a los alumnos positivamente me parece muy útil y muy adecuada.
    También me gusta mucho que utilizas barómetro numérico para evaluar a los alumnos de 6º. Creo que ya están en una edad adecuada.
    Estoy de acuerdo contigo, que expresarse oralmente es una competición por la vida, que siempre avanza, si practicamos de forma continua.
    Enhorabuena por tu actividad.
    ¡Qúe tengas un buen día!


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  2. Hola compañer@, agradecerte el tiempo tomado en comentar mi trabajo. Me alegra mucho que te haya gustado y consideres que he hecho un gran trabajo. Muchas gracias. ¡Feliz día para ti también!

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  3. Tu actividad es estupenda, Iciar. Solo hay una cuestión que debes tener en cuenta: para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales - como los temas extraídos de una lluvia de ideas o como una asamblea de EI -, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. Lo más importante es que no sea: yo pienso que sí por esto, yo pienso que no por aquello... sino que se escuchen y se respondan unos a otros y eso les obligue a reflexionar sobre sus propias argumentaciones y sobre las de los demás. Deja claro en tu actividad cómo vas a hacerlo porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo egocéntrico de otro social.

    Las primeras preguntas que planteas pueden servir para poner el grupo en situación. Pero ten en cuenta que "¿Quién de vosotros viene andando o en autobús o metro al colegio en lugar de en coche? ¿Alguno de vosotros viene en bicicleta o patinete? ¿Quién de vosotros recicla la basura en casa?" son preguntas en las que cada alumno se limitará a responder lo que hace y no se generará un diálogo, sino una sucesión de monólogos individuales.

    Las siguientes preguntas sí permiten entrenar el diálogo social real. Si preguntas "¿qué podemos hacer dentro de nuestra clase para ayudar al planeta?" un niño dará la primera respuesta y, antes de pasar a la siguiente, debes mediar para que se comente la propuesta, a favor o en contra, hasta que se agote (bien porque hay consenso, bien porque hay demasiada división y se descarte.

    De esa forma los estudiantes no están solo pensando en lo que van a proponer, sino que tendrán que escucharse, reflexionar y argumentar sobre propuestas de otros.

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